La
llegada del Primer Ministro el jueves por la noche al Aeropuerto Atatürk de
Estambul fue una puesta en escena increíble, podríamos decir que prácticamente se
convirtió un mitin político organizado en poco tiempo pero en toda regla. Mediante
el hashtag en twitter #WeAreErdogan, trendtopic apresurado de ayer, se pudo
juntar a miles de personas. Se facilitaron autobuses para llevar a las masas al
aeropuerto, se retrasó el vuelo del mandatario casi 3 horas y de forma
paradójica, el servicio de metro que va de Aksaray al aeropuerto y que finaliza
a las 23:55 de la noche cada día se mantuvo abierto hasta las 4 de la
madrugada. Un sistema de megafonía iba informando e indicando a la multitud y
se habituó un palco para que el Primer Ministro, del que en teoría no se
esperaba un discurso, pudiera dirigirse a sus seguidores. Habló, habló de todo
y lo hizo durante media hora que, naturalmente, pudo ser seguida en directo
desde varias cadenas de televisión. Mientras, en Ankara, el servicio de metro y
autobuses hacía horas que había dejado de llegar al centro.
Con
esta muestra de poder y de confrontación hacia los protestantes que llevaban ya
más de una semana en la calle podemos decir que se termina el primer capítulo
de las Protestas por el Parque Gezi. Ante lo que había sido una reacción
espontánea de gente de toda ideología, el AKP y Erdoğan consiguieron llevar el
asunto a una confrontación política del tipo “Eres de los nuestros o estás
contra nosotros”. Hubo un momento incluso en que las masas gritaron “Déjanos ir,
vamos a destrozar Taksim” y el Primer Ministro, antes de continuar, permitió
que jalearan el lema durante un rato para luego decir “de aquí nos vamos a casa
de forma pacífica”.
El
montaje ha sido claramente un aviso de que no se cederá ante ninguna presión
que venga de las calles. La gente que se acercó al aeropuerto dejó claro su
amor a ciegas hacia un líder más que hacia una política. Erdoğan recitó un
poema de Mehmet Akif Ersoy, autor de la letra del himno de independencia de la
República de Turquía (İstiklal Marşı) que empieza y se titula así: “No
aplaudiré la crueldad, nunca querré al cruel”. Nota: Ersoy, nacionalista turco
y a la vez islamista se auto-exilió a Egipto poco después de la fundación de la
República por su disconformidad con Atatürk y la línea ideológica que estaba
siguiendo el nuevo estado.
Las
palabras de Erdoğan fueron
duras hacia los manifestantes, los ‘çapulcu’, y dedicó parte de su discurso al
policía muerto, al que se refirió como ‘mi policía’, del que destacó su labor protegiendo a Turquía de los terroristas, los anarquistas y los vándalos.
Sin
embargo, el mensaje de Erdoğan no parece que haya hecho mella en los resistentes,
como se llaman ya a si mismos (direnişçi). Si hay una cosa que admiro del
pueblo turco es su capacidad y su talento para ser práctico cuando toca, para
solucionar un problema de forma rápida. Mucha gente con la que hablé ayer no
estaba sorprendida de lo que ocurrió en el aeropuerto, más bien se lo
esperaban. Hoy el día ha transcurrido tranquilo. En Taksim la fiesta ha
continuado e incluso un grupo ha realizado las plegarias del viernes mientras
las actividades continuaban. En Kuğulu Park, en Tunalı (Ankara) se vivía
también un ambiente festivo y la gente charlaba, escuchaba música y esperaba.
¿Por qué no ha habido tensiones hoy? Muchos dicen que es por un examen que
todos los estudiantes que empezarán instituto tienen que superar mañana, como
una especie de selectividad (pobrecitos).
El
cartel dice lo siguiente:
ESTA
NOCHE RESISTE EN SILENCIO
Los
pequeños están durmiendo ...
Mañana
hacen el examen SBS, que descansen un poquito.
Hoy
ha sido como un día de tregua a la espera de lo que ocurrirá. De momento ya hay
información de que el domingo se quiere convocar el acto de protesta más masivo
desde que empezó todo. Por otro lado, Emniyet (el cuerpo de policía) ha
confirmado que no habrá ningún desalojo hasta, como mínimo, el lunes. Además se
ha especulado en Ankara sobre la posibilidad de celebrar elecciones anticipadas
en 2014 (municipales y generales). Erdoğan ha vuelto a aparecer hoy, protegido por un gran despliegue policial, en el Hotel Swiss de Estambul para participar
en la conferencia “Futuro común para Turquía y la Unión Europea ante los
problemas globales” organizada por la
Presidencia de la Unión Europea. En su discurso ha hecho hincapié de nuevo en
el uso de gases lacrimógenos en países occidentales citando que hubo 17 muertos
en las protestas de Occupy Wall Street. Ha repetido que protegen los árboles, reafirmado
las bondades del proyecto y ha alertado de la desinformación así como criticado
a los medios internacionales. El tono, naturalmente, nada que ver con el
discurso de la noche anterior.
En
definitiva un día tranquilo pero que no augura paz. Las protestas en los
barrios han continuado pero han sido como de rigor, han empezado a las 9 de la
noche y a las 10 ya habían terminado. Muchas familias tienen niños que harán
mañana el examen y las bocinas no han seguido sonando hasta las tantas como las
otras noches.
Mucha
gente piensa (yo también) que ocurra lo que ocurra al menos se ha logrado ya algo
muy importante: perder el miedo a protestar contra una política y un Primer
Ministro que tiende cada vez más a dictar a sus habitantes lo qué pueden hacer
y lo que no. Eso es un primer paso nada desdeñable. Además, la violencia y la
represión policial han sido observadas de cerca por millones de espectadores e
internautas de todo el mundo que han podido tomar conciencia sobre problemas
internos de Turquía que habían pasado desapercibidos hasta el momento.
Seguiremos
el domingo y se agradecen comentarios, propuestas y correcciones.
7 de
junio
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