miércoles, 18 de diciembre de 2013

Escándalos de corrupción en Turquía


¡Viva el Mediterráneo!. Es de lo mejor tanto en lo bueno como en lo malo. El clima, la comida, la gente ... y la corrupción. Ayer 17 de diciembre fue un día muy movido en Turquía y no debido a protestas callejeras como ya nos habíamos acostumbrado los anteriores meses sino a un continuo tráfico de idas y venidas de la policía en las grandes ciudades como Estambul y Ankara (y otras de más pequeñas) que finalizaron con la detención, hasta el momento, de 51 personas por corrupción, blanqueo de dinero y sustracción de lingotes de oro (sí, suena a película pero es correcto). Entre las personas detenidas se encuentran políticos del AKP (entre ellos Mustafa Demir, el alcalde del distrito más religioso de Estambul, Fatih), los hijos de tres ministros del gobierno (Medio Ambiente y Urbanismo, Economía e Interior), empresarios muy conocidos como Ali Ağaoğlu, que ha protagonizado recientemente polémicos anuncios de televisión promocionando sus megaconstrucciones en Estambul, el empresario iraní Riza Zarab (casado con la cantante Ebru Gündeş) y el director general de HalkBank Süleyman Aslan.

Los Ministros cuyo hijos han sido detenidos. De izquierda a derecha: Ministro de Economía Zafer Çağlayan, Ministro de Interior Muammer Güler y Ministro de Medio Ambiente y Urbanismo Erdoğan Bayraktar


El círculo que conectaba todas estas personas parece estar en sobornos en licitaciones públicas (algunas de ellas bien conocidas como el recién estrenado Marmaray, el tren subterráneo que pasa por debajo del Bósforo) y en transferencias de dinero de índole poco clara. La operación ha sido llevada a cabo por el Departamento de Delitos Fiscales de la Policía de Estambul tras una investigación que, según dicen las fuentes, llevaba ya un año en marcha.

Antes de entrar a hacer posibles lecturas de lo ocurrido, lo cierto es que la sorpresa desatada en los medios y entre la gente no se debe a los delitos en sí sino a que estos hayan salido a la luz. Durante 10 años el gobierno del AKP ha gobernado consiguiendo tapar o desviar cualquier tipo de acusación y eliminando, mediante actuaciones de la policía similares a la actual, a la oposición tanto política como económica. Así, la noticia es que haya detenciones, no la corrupción.  Y no se discute si los detenidos acabarán juzgados o no sino qué luchas hay en las altas esferas de poder y si éstas acabarán produciendo detenciones o dimisiones de ministros.

Se especula sobre la posible implicación en los hechos de la cemaat Gülen, uno de los grupos religiosos más poderosos del país con una amplia red de escuelas desplegadas dentro y fuera del país. El gobierno ha recibido casi siempre un apoyo unánime de estos grupos con esporádicos roces entre su líder, Fethullah Gülen, y el Primer Ministro Erdogan, aunque nunca había habido una fractura real. Hubo un ligero distanciamiento tras las protestas de Gezi y la respuesta del gobierno hacia los manifestantes pero el anuncio, el pasado mes, del Primer Ministro de reformar el sistema educativo y eliminar el gran número de escuelas privadas que sirven como academias para la preparación de los estudiantes a los exámenes de acceso a la universidad, hecho que comprometería a muchos grupos religiosos ya que es uno de sus principales sustentos económicos, parece haber tensado las relaciones hasta un nuevo y desconocido estado. Los grupos religiosos en Turquía (no solo el de Gülen) tienen miembros en el gobierno y en la mayoría de cuerpos burocráticos. En la mayoría de los medios de comunicación se especula sobre un posible ataque de estos grupos al haber dejado salir documentos incriminatorios a la luz. Y para plantear estas hipótesis se apoyan en el hecho de que el periódico principal del grupo (Zaman) está dando una cobertura detallada e intensa de los hechos mientras otros periódicos afines al gobierno están intentando minimizar todo lo ocurrido y, también, en la dimisión el día anterior de Hakan Şükür, afín al grupo Gülen, como diputado del AKP en el Parlamento.

Así, resumiendo un poco todo lo ocurrido, se ha destapado una extensa trama clientelista (muy mediterránea) y a la sociedad le cuesta creer que se deba simplemente a la actuación independiente y neutral de un cuerpo burocrático, en este caso un departamento de la policía. De hecho, esta misma mañana se ha sabido que cinco directores de la policía acaban de ser apartados de su cargo. Si hacemos una lectura política falta ver hasta qué punto estas operaciones acabarán por mellar la integridad del gobierno y eso acabará siendo reflejado en las elecciones locales del 30 de marzo de 2014. Erdogan ya respondió ayer retomando su retórica geziana: “algunos se agarran a escopetas e intrigas para avanzar, nosotros tenemos a Allah”. Grupos opositores se frotan las manos pero cualquier posible avance electoral no se debería a una buena campaña sino al beneficio indirecto obtenido por este escándalo político de corrupción. Mucha novedad pero más de lo mismo.

Portada de Radikal 18 de diciembre de 2013: "Operación a tres bandas que sacude a Turquía". El titular hacer referencia a las detenciones conectadas entre sí del empresario Rıza Zarrab y los hijos de los ministros, al ayuntamiento del distrito de Fatih y a TOKİ, una institución estatal que ha edificado pisos por toda la geografía turca a lo largo de estos últimos 10 años para familias de bajo poder adquisitivo y que, parece ser, ha sido también una fuente de ingresos en negro para muchos políticos.


18 de diciembre de 2013

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