viernes, 7 de junio de 2013

3.- La tensión aumenta en Turquía


Ya estamos en la octava noche de protestas y todo continúa igual. Bueno, todo no. El Parque Gezi es una fiesta donde todo el mundo tiene cabida, los artistas alzan sus manifiestos y los medios de comunicación reflejan un aura de tolerancia y buen entendimiento. Mientras, ciudades como Ankara, Izmir y Hatay parece que estén cayendo en el olvido cuando es en esos lugares donde la violencia policial sigue en activo y donde la tensión se refleja en el día a día.

Hoy, al mediodía, he estado paseando por Kızılay, el centro moderno de Ankara (el centro histórico se encuentra en Ulus, alrededor del antiguo castillo). En cada esquina hay autobuses llenos de policías a la espera. Hay poca gente, ya que andar no significa un problema y uno no choca como de costumbre con los viandantes. La gente se mira, está tensa. A partir de las 17:00 de la tarde los autobuses dejan de acercarse al centro. Si uno quiere ir al centro a apoyar las protestas tiene que apearse en la última parada que suele (digo suele porque ya son varios los días que no hay transporte urbano municipal por las tardes) estar lejos. Por ejemplo, ayer, volviendo de dar clases en Ümitköy me tuve que bajar en la Biblioteca Municipal (Milli Kütüphane) que está a 3,5 km de Kızılay.

Ahora, a estas horas en las que estoy escribiendo esto (casi las 12 de la noche) Kızılay está lleno así como Tunalı, otra zona céntrica no muy lejos de allí. Se puede seguir en directo por varios canales que emiten online. Abajo tenéis una fotografía de Kızılay y otra de Tunalı tomadas ambas a las 22:00 horas.




La violencia no solo ha continuado en Ankara. En Hatay, donde se produjo la segunda muerte, la policía ha cargado mientras la gente estaba concentrada en señal de luto por Abdullah Çömert. Ayer también hubo incidentes en Antalya, Adana, Tünceli y Rize. En esta última localidad la situación ha sido confusa y preocupante. Varios protestantes del TGB (Unión de Jóvenes de Turquía) y del ADD (Asociación del Pensamiento Kemalista) han sido agredidos por la población sin que la policía cargara o actuara contra los agresores. Una mujer se ha desvanecido y ha habido muchos problemas para llevarla hasta la ambulancia. Uno de los agresores, incluso, se ha subido al volante de la ambulancia y ha forcejeado con un policía. Más tarde los protestantes se han refugiado en un edificio y han quedado atrapados hasta que más tarde la policía los ha desalojado en un vehículo.

Lo de Rize tiene un significado especial pues es el lugar de nacimiento del Primer Ministro y es la primera vez que ciudadanos se enfrentan contra los protestantes. En las redes sociales se han quejado de que la policía no interviniera como lo ha estado haciendo todos estos últimos días.

Otra noticia que puede poner en peligro el futuro de las protestas nos ha llegado desde Adana donde un policía ha caído por un puente y ha fallecido. La reacción ha sido instantánea en los medios y se han ofrecido noticias ocupando gran parte de los informativos sobre el caso, sobre la posibilidad de que fuera empujado por uno de los ‘provocadores’ y se ha hecho especial hincapié en las bondades del policía. En Twitter mucha gente ha lamentado la muerte del policía ubicándola al lado de las dos muertes confirmadas hasta ahora pero también se han podido leer twitters de gente acusando a los protestantes de asesinos, incluso algún twitter que culpaba a los grupo ecologistas que habían iniciado la acampada en el Parque Gezi hace ahora mismo semana y media.

Mientras cadenas de televisión como NTV y CNN ofrecen ya una versión más equilibrada de todos los actos y de las protestas, en otros canales como la estatal turca, TRT, y ATV han mantenido la imagen de ‘provocador’ con noticias confusas como la de un niño de 12 años que los manifestantes han tirado por un puente y se ha roto una pierna.

En el plano político hoy ha sido un día de cal y de arena. El Vice-Primer Ministro, Bülent Arınç, se ha reunido con la Plataforma Taksim que le ha entregado una serie de peticiones, entre las cuales está la de mantener el Parque Gezi tal como está y la de que se prohíban los gases lacrimógenos usados por la policía (sobretodo después que hayan surgido a la luz acusaciones de que se ha estado usando agente naranja). Por otro lado, el Primer Ministro Erdoğan, ya finalizando su viaje por el Magreb, ha hablado por primera vez de las revueltas desde la capital tunecina. Sus declaraciones han sido bastante decepcionantes pues se esperaba un tono más congraciador. El Primer Ministro ha reafirmado que el proyecto se llevará cabo y no se ha retractado de nada de lo dicho durante el fin de semana. Traduzco una de las preguntas que le han hecho:

-        Bülent Arınç ha pedido perdón a los que se han visto expuestos de forma excesiva a los gases lacrimógenos. ¿Usted lo acepta? ¿Va a abrir la puerta del diálogo a los manifestantes?
-        Queridos amigos, mi ayudante ha hecho las declaraciones pertinentes. Ustedes claro parece que no lo están siguiendo. Si esto tiene que ver con un uso abusivo del gas lacrimógeno, nosotros ya hemos manifestado nuestro pesar. Tenemos que corroborarlo. No hay ningún sitio en la tierra, incluyendo a los países desarrollados, en el que no se usen los gases lacrimógenos. No es posible buscar aquí un vía ilegal. Si queréis hacer un encuentro, hay sitios para ello. Id y lo hacéis allí. Si hacéis una manifestación, también podéis hacerla allí. Pero eso de que donde quiera yo hago un mitin, quemo, destrozo, eso no se va a permitir. Nosotros somos un partido que ha obtenido 21 millones de votos. Nunca hemos echado a nuestros electores a la calle cuando han intentado ilegalizar el partido. Y eso nos ha dado la razón. La sentencia judicial fue a nuestro favor. La sentencia del juez fue neta y clara. Nosotros estamos en contra de que la mayoría oprima a las minorías. Pero no podemos aceptar que la minoría oprima a la mayoría. Sepamos que lo mejor que se puede hacer es proteger la leyes. También tenemos que proteger la belleza natural de Estambul. (fuente, periódico Radikal: http://www.radikal.com.tr/politika/basbakan_erdogan_topcu_kislasini_yapiyoruz-1136521)


Erdoğan está a punto de  aterrizar. El día de mañana es muy importante. ¿Qué dirá? ¿Canales como NTV y CNN seguirán en la tónica de estos últimos días? ¿Cuándo se desalojará Gezi? ¿En Ankara, en Izmir, en el resto de ciudades las protestas serán más masivas? ¿La policía reprimirá de nuevo a los manifestantes? ¿Volverán a verse tensiones como las de hoy en Rize?

Además, quería comentar otras noticias ocurridas hoy. En Izmir 34 personas han sido detenidas por ‘impulsar al pueblo a delinquir’ a través de las redes sociales (de nuevo, twitter). A esta horas, 33 de ellas ya han sido puestas en libertad. También se ha sabido que 11 extranjeros han sido detenidos en las protestas, de ellos 4 estudiantes Erasmus, que ahora se enfrentan a ser expulsados del país e incluso a acusaciones más graves.

Por último, cabe remarcar un aspecto más de las protestas que le dan un carácter distinto a otras protestas como las del 15-M. En España la gente se concentraba en puntos neurálgicos de las ciudades como la Puerta del Sol en Madrid o Plaça Catalunya en Barcelona (y muchos muchos más claro). Aquí, sin embargo, hay un foco central como sería Gezi en Estambul, Gündoğan en Izmir y Kızılay en Ankara pero en cada barrio hay protestas generalizadas. Sin más, en el barrio de Dikmen anoche unas 3000 personas marcharon por las calles y la policía tuvo que intervenir, en el barrio de 100. Yıl también se vivieron momentos de tensión. Entonces, el número de asistentes a las protestas es mucho mayor que el que se aprecia en las plazas centrales.


Termino esta entrada con un poco de temor pues estoy viendo imágenes en directo del Aeropuerto Atatürk en Estambul donde el Primer Ministro está a punto de aterrorizar. Las masas pro-Tayyip han tomado la autopista que llega al aeropuerto lanzando cánticos al Primer Ministro y algún que otro “allahuakbar” y “tekbir”. Un autobús del AKP está en la entrada del aeropuerto haciendo un mitin político. ¿Estamos ante un conflicto de mayores dimensiones? ¿El 50% de la población que el Primer Ministro afirmó que estaba conteniendo en sus casas ha salido ya a la calle? No quiero ser pesimista, pero la gestión de la crisis por el Primer Ministro desde el principio puede haber provocado una crisis nacional que lleve a Turquía a desequilibrios mayores. Esperemos que no.

Aquí una imagen tomada con captura de pantalla:




6 de junio

jueves, 6 de junio de 2013

2.- Los medios de comunicación ceden a la presión y el Primer Ministro se va de viaje

(esta entrada corresponde a un segundo escrito sobre las protestas que difundí por las redes sociales del 5 de junio. Tal cual lo publico)


 
Todo lo que está pasando en Turquía ocurre a tal velocidad que es difícil aún sacar conclusiones e incluso entender qué está ocurriendo a cada momento. Las protestas iban evolucionando hacia un punto muerto en el que la violencia se había apoderado de las concentraciones en muchos puntos del país. Mientras Taksim (en el Parque Gezi) se había pacificado y gente de todo tipo acampaba de nuevo, en ciudades como Ankara, Izmir y algunos barrios de Estambul como Beşiktaş la lucha se había radicalizado. En ciudades de regiones como la de Hatay, donde reside una gran parte de la población árabe-turca, las protestas provocaron una segunda muerte, la de un chico de 22 años, Abdullah Cömert.

Sin embargo, la salida del Primer Ministro Erdoğan del país ha sentado las bases para un cambio en la línea política del gobierno hacia las protestas. Tras las declaraciones del Presidente de la República, Abdullah Gül, pidiendo calma, admitiendo un exceso en el uso de la violencia por parte de la policía y afirmando que el mensaje de la población había calado, que la democracia no se trata únicamente de comicios electorales, ayer el Vice-Primer Ministro, Bülent Arınç, pidió incluso perdón por las cargas policiales del viernes y llamó a los de la Plataforma Taksim para sentarse y dialogar. ¿Es todo esto una muestra de desavenencias dentro del mismo gobierno o se trata simplemente de una estrategia para sofocar las protestas y volver a la normalidad?

Por otro lado, las protestas de ayer se dirigieron también a los medios de comunicación dominantes. Miles de personas retiraron efectivo y anularon tarjetas de crédito de bancos como el Garanti, del Holding Doğuş que a su vez controla el canal de televisión NTV. Protestas frente a la sede central del Banco Garanti quejándose de la cobertura (o más bien de la no-cobertura) de las protestas obligaron incluso a su Director General a disculparse diciendo: “Yo también estaba allí, yo también soy un gamberro”, en referencia al apelativo usado por el Primer Ministro para referirse a los protestantes el sábado 1 de junio. En las redes sociales protestas similares aparecieron contra la cadena CNN Türk que había ofrecido un documental sobre pingüinos mientras la CNN Internacional transmitía en directo las protestas. 

Ayer por la noche en casi cada barrio de las grandes ciudades turcas se organizaron actos de protesta programados a partir de las 21:00 horas. En mi barrio empezó de forma puntual con gente en la calle, cacerola y cuchara en mano, alguna que otra persona con tambores y prácticamente todos los coches tocando la bocina continuamente. El ruido y el jaleo continuó hasta las 12 de la noche. Es increíble ver cómo el pueblo turco no se cansa de protestar pues cada día hay más ambiente por la noche.

Respecto a la violencia, ayer el grupo Çarşı de Beşiktaş en un comunicado informó que no se enfrentaría con la policía y que solo marcharía hacia Taksim. En Ankara, en Kızılay, miles de personas volvieron a concentrarse pero en este caso la policía se mantuvo durante horas sin cargar. A última hora se tiene constancia de que hubo lanzamientos de gases lacrimógenos pero ya a una escala menor. El único punto preocupante, a mi parecer, es que las protestas se extiendan y se radicalicen en otros puntos de la geografía turca donde existe una población mayoritaria kurda o aleví, ya que esto dotaría de otro significado al conflicto y podría dividir a la población. Ayer hubo choques violentos en Dersim (con población aleví), en Tunceli (kurda) y Hatay (árabe).

El cambio más significativo, sin embargo, pudimos observarlo en los canales de TV. Ayer, a excepción de la cadena estatal TRT y alguna más, la mayoría de los canales de TV informaron, por primera vez, de forma distinta. Al fin, los espectadores turcos pudieron ver imágenes de la policía cargando contra jóvenes, pudieron escuchar las declaraciones de muchos protestantes y se dio voz a todos los representantes políticos, incluso a los del BDP kurdo, que pidieron sin discrepancias un cese de la violencia. También se cuestionaba la actitud policial y se pedían explicaciones sobre las primeras cargas del viernes.

Aunque esta actitud de los medios pueda parecer hipócrita, aunque el principal motivo pueda haber sido proteger los intereses económicos (el lunes, la bolsa de Estambul cayó un 10%) podemos apreciar un punto de inflexión que puede conseguir que las protestas y su significado no caigan en el olvido. Gran parte de los telespectadores turcos han vivido estos días ajenos a lo que estaba ocurriendo. Como mucho, cuando iban por la mañana a sus trabajos veían los destrozos ocasionados en el centro. Luego en los medios se hablaba de grupos radicales. El Primer Ministro los definía como gamberros. Esa imagen negativa, de haber continuado así, se hubiera mantenido. Pero desde ayer se ofrece también otra imagen, la de la policía atacando a jóvenes, la de la policía cargando sin necesidad contra gente mayor. Que eso aparezca ahora en los medios es de vital importancia porque puede ayudar a que parte de la audiencia valore de forma diferente lo ocurrido y que desaparezca esa imagen de joven-universitario-radical-de izquierdas que desde hace tanto tiempo se difunde en los medios. Puede ayudar a mostrar que el gobierno se ha estado entrometiendo en la vida privada de sus ciudadanos, que Turquía realmente se ha convertido en un estado policial y que ha estado cargando contra sus propios ciudadanos sin motivos reales.

Ahora queda por ver cómo reaccionará el Primer Ministro a su vuelta, mañana día 6 de junio. Bülent Arınç afirmó que sus declaraciones habían sido tomadas por el gabinete y que el mismo Primer Ministro estaba informado. De continuar así, ¿la imagen de Tayyip se verá perjudicada dentro de Turquía? Para una parte de la población ya era muy negativa pero no así para los votantes del AKP que lo perciben como una especie de héroe de la democracia. No creo que las protestas vecinales decaigan pero sí deseo que las protestas violentas en las ciudades terminen porque a la larga solo pueden perjudicar a los mismos protestantes. El Parque Gezi, de momento, es una fiesta a la que todo el mundo puede acudir. El gobierno seguirá tomando decisiones políticas sin ningún obstáculo gracias a su mayoría absoluta pero quizás rebaje su actitud arrogante que desprecia continuamente a un amplio sector de la población turca. Y ese era uno de los principales motivos que había llevado a la gente a las calles.

Para terminar celebro que un buen amigo saliera ayer libre después de estar dos días detenido.



Marc Saurina Lucini
5 de junio de 2013

1.- El Parque Gezi. De una acampada a un estallido de revueltas por todo el país

 
(Esta entrada corresponde a un primer escrito sobre las protestas de Turquía escrito el 3 de junio. Tal cual lo difundí en su momento lo incluyo aquí)


Os escribo para hacer una pequeña aportación a las informaciones que podáis estar recibiendo sobre lo que está pasando en Turquía. Son mis impresiones tras una semana desde el inicio de la acampada y tras tres días ya de disturbios violentos por todo el país. No solo está pasando en Estambul, sino que en Ankara el centro aún está intransitable y juzgando la reacción de la gente en muchos barrios de la ciudad parece que va a continuar así durante cierto tiempo. Os pido que lo compartáis, que lo publiquéis donde queráis, que lo hagáis saber. No se trata de imágenes, sino de un análisis de cómo se ha llegado a este punto.

Una cosa es cómo empezó y la otra es dónde se está ahora mismo. El origen está en la construcción de un centro comercial en el Parque Gezi al lado de Taksim, donde empieza la famosa avenida peatonal Istiklal, que iba a ser simplemente uno más de los muchos centros comerciales construidos estos últimos años que han infestado las grandes ciudades y han puesto en peligro lo que podríamos llamar la ‘vida social’ que se desarrolla en pequeños locales, bares y calles. Pero la reacción en cadena de la gente se debió más a la violencia usada por la policía para desalojar a los cincuenta acampados que protestaban en silencio. El miércoles por la noche un primer desalojo sin éxito ya que los acampados regresaron al día siguiente. El jueves Erdoğan habló y sus comentarios fueron percibidos como una provocación más: “Nosotros ya hemos tomado la decisión y hagan lo que hagan la construcción se va a llevar a cabo”. El jueves por la noche el desalojo fue especialmente violento, los manifestantes se refugiaron la mayoría en el Hotel Divan, colindante al parque y la reacción de los istanbulitas al día siguiente podríamos decir que fue espontánea. A medida que avanzaba el viernes más y más gente se concentraba alrededor de Taksim. Las primeras imágenes de batallas campales y de cargas policiales que seguramente visteis por la televisión son del viernes por la noche.

Se puede decir que quien no usara las redes sociales el viernes, no llegó a enterarse de nada de lo que ocurría pues en ningún canal de televisión apareció noticia alguna esa noche (a excepción de dos canales con poca audiencia en los que se ofreció alguna imagen y alguna crítica encubierta). Aún así, la magnitud del conflicto y la afluencia masiva de gente hacia Taksim obligó a los medios a hablar sobre ello y forzó al mismo Primer Ministro a hacer declaraciones. En este punto creo que es donde realmente estalló el conflicto ya que las declaraciones de Erdoğan echaron más leña al fuego y los manifestantes se empezaron a descontrolar. El Primer Ministro desmintió que se fuera a construir un centro comercial, afirmó que estaba aún por decidir, que quizás sería una mezquita o una ópera, que su partido había plantado árboles por todas partes y dirigió sus críticas al partido de la oposición como si de una manipulación se tratase. En muchos medios de comunicación empezó a hablarse de grupos radicales, ilegales, de izquierda, de provocadores y se ofrecían imágenes de chicos tirando piedras a la policía, mientras los videos y fotografías que se estaban difundiendo en las redes sociales mostraban la otra cara, la violencia de la policía. De hecho, del viernes y del sábado han quedado imágenes sorprendentes como la del tanque de la policía que para derribar una barricada se lleva por delante a un manifestante o la de una chica sola que agreden sin pudor con chorros de agua y bombas de gas.

La estrategia seguida por el gobierno y los medios para descalificar ante los ojos de gran parte de la población a la gente que acudía a la manifestación fue un punto más para que la violencia callejera se apoderara de las calles, para que se perdiera un poco el rumbo y se olvidara lo que había pasado al principio. Ahora mismo lo veo como un tira y afloja donde nadie cede, donde el Primer Ministro redirige los debates a donde le interesa creando más y más crispación entre los muchos jóvenes que están en las calles. Sobre la violencia de la policía, las únicas declaraciones oficiales han sido que se investigará si ha habido o no un exceso. Por ejemplo, ayer, en una entrevista al Primer Ministro en Habertürk, el tema se centró en la prohibición del alcohol, como si la gente estuviera rompiendo cajeros, autobuses y aceras solo para poder beber cerveza. Ese es el punto triste de la historia pues gran parte de la población creo que no se enteró de nada el viernes por la noche y cuando empezaron a aparecer noticias en los medios y se emitieron las primeras declaraciones de Erdoğan se potenció la idea de que era un grupo de marginales que lo único que hacía era romper cosas ante la mirada inocente de la policía. Hay muchos, muchos heridos. Yo creo que hay muertos pero naturalmente no tenemos datos en los que basarnos. Hay miles de detenidos. Ha habido protestas en Estambul, Ankara, Esmirna, Eskisehir, Antalya y muchas otras ciudades. Desde hace dos días la población sale a las calles, cacerola y cuchara en mano, y los coches tocan el claxon. El sábado por la noche las protestas de vecinos duraron tranquilamente 3 horas, ayer quizás más ya que se cortaron calles y la gente dejó sus portales para concentrarse en cruces de calles o parques.

La situación es confusa porque se ha derivado a un punto en el que lo que la mayoría de la gente quiere es que Erdogan dimita, algo que naturalmente no va a hacer, pero nadie se pregunta cómo y qué pasará luego. Pero realmente ¿por qué ha ocurrido todo esto?, ¿Cómo es ha llegado a este punto?. El 11 de mayo hubo un atentado en Reyhanli, localidad fronteriza con Siria, y murieron más de 50 personas. Sin embargo, a pesar de ser el atentado más sangriento y mortífero de la historia de la República de Turquía, éste  apenas se ha debatido y aún hoy en día mucha gente no sabe qué ha ocurrido realmente incluso no sabe que ha habido un atentado de esta magnitud. El gobierno prohibió hablar de Reyhanli a los medios y el Primer Ministro (ni él ni nadie del gobierno) no acudió a la zona para ver a los heridos y a los damnificados. Se empezó a detener gente en la zona donde viven muchos turcos-árabes alevíes (que protestan ante el radicalismo religioso de los grupos rebeldes que luchan contra Assad que reciben ayuda logística y militar de Turquía y de países europeos). Días después Erdoğan visitaba a Obama. Mientras en las televisiones turcas nos mostraban las flores y el ‘especial’ recibimiento que se encontró el ‘brillante’ Primer Ministro, apenas se informó al pueblo turco de qué se acordó en dicha cita pero mucho nos tememos de que una intervención armada en Siria o un apoyo mucho más formal a los yihadistas que luchan contra Assad y contra, es importante también especificarlo, los alevíes, fue acordado en secreto.

¿La gente protestó en Taksim por eso? Creo que aunque sí fue el principal motivo de algunos de los manifestantes hay muchas otros temas que también llevaron a la gente a las calles. Erdoğan tiene un poder absoluto desde hace ya unos años, se ha convertido en un líder autoritario desde que eliminó a la oposición (no solo política, sino también la de sectores del ejército, de los medios, jueces, etc.) Criticar a Erdoğan significa una pena económica, una pena de cárcel, un juicio, perder el trabajo, etc. Y con este tono autoritario este 2013 parece que ha empezado a tomar una serie de decisiones de forma acelerada que atentan contra la libertad de expresión, que excluyen de la vida social a gran parte de la gente que no es practicante y que atenta contra el estilo de vida de muchos turcos. Creo que es este cúmulo de decisiones tomadas en primera persona por el Primer Ministro (al menos así transmitidas en los medios por él mismo) y llevadas a cabo en muy poco tiempo lo que fue acumulándose en algún sitio y que explotó cuando la policía empezó a agredir a los acampados en Gezi, que en el fondo no eran más que cuatro pacifistas y ecologistas.

Ahora, todo es muy distinto. La verdad es que la protesta era totalmente apolítica en su origen. Y los jóvenes que resisten en Kizilay (Ankara) son en su mayoría universitarios o ex-universitarios que protestan por el autoritarismo de Erdoğan. Y les doy toda toda la razón. El problema está en que mucha gente que ha salido a las calles en Estambul, Ankara y otras ciudades también reivindican otras cosas. Hay sectores que le cantan a Atatürk y les encantaría un golpe de estado. De hecho, tras las modificaciones en el consumo y la venta de alcohol, Erdoğan dijo que si dos borrachos habían podido cambiar la constitución, nadie podría discutirle nada a él. Se refería a Atatürk y a İsmet İnönü. Eso encendió a muchos kemalistas que también salieron a la calle aprovechando la situación.

Otro punto es el tercer puente que empezó a construirse en el Bósforo. A pesar de que Erdoğan se opusiera enérgicamente a su construcción durante su mandato en los noventa como alcalde por el posteriormente ilegalizado partido islamista RP, ahora promociona en todo momento lo que será el puente más ancho del mundo. De forma absurda en los medios se discutió el nombre del puente, “Sultán Selim”, porque muchos alevíes manifestaron su desacuerdo al ser ese sultán, en su lucha contra el nuevo imperio chií safávida de Irán, el que había asesinado a gran número de seguidores del nuevo imperio iraní, de entre los cuales surgiría la rama de los alevíes turcos actuales. A mi parecer, el nombre del puente se debe más a otros aspectos como que el Sultán Selim fue el único que conquistó tierras hacia el este (olvidándose de la Europa cristiana) y que, tras su conquista de Egipto en 1517, se convirtió en el primer califa otomano. Pero la ceremonia de inauguración de las obras fue más polémica, aunque para variar eso tampoco se discutió en los medios. Fue una ceremonia religiosa en toda regla en la que el Muftí de Estambul dio por comienzo las obras.

La gente que el sábado acudió a la calle era muy variopinta. Junto los que protestaban por el autoritarismo de Erdoğan, a los que apoyo de todo corazón, estaban los que simplemente querían la dimisión de Erdoğan, los que pedían la vuelta del kemalismo, los que se quejaban contra las nuevas leyes sobre el alcohol y los que, simplemente, se apuntaban a un bombardeo y salían a romper cosas. En los medios aparecían imágenes de cristales rotos y tiendas dañadas como obra de los radicales. Aunque en muchos casos pudiera ser así, los cartuchos de gas (como demuestran fotos que he publicado en facebook) y la misma policía en su empeño de sacar a gente refugiada en lugares y tiendas también ha provocado destrozos considerables.

En Ankara, por ejemplo, la gente se juntó el viernes por la tarde en Kuğulu Park. Estuve allí y fue increíble porque vi a gente de todo tipo. Había banderas del partido comunista (TKP), del CHP, de Che Guevara y también familias con niños, gente sin afiliación ideológica o política ... Más tarde por la noche, cuando ya solo quedaban jóvenes, la policía empezó a cargar. La gente empezó a huir despavorida y se fue refugiando en locales. En el hotel Rixos entraron más de 200 personas con el permiso de las autoridades del hotel. Acto seguido, cerraron las puertas y el hotel esperó a que llegara la policía para entregar a todos los manifestantes. Del Rixos salieron más de 200 detenidos. Locales famosos en Ankara como el Leman cerró las puertas a la gente.

El sábado por la tarde-noche en Taksim la policía se retiró y la gente entró en masa. Lo que parecía ser una victoria creo que era más el intento de dar una imagen al mundo exterior de pacificación y de que el gobierno cedía ante su pueblo. Sin embargo, a unos 7 km de Taksim, en el barrio de Beşiktaş, la policía seguía cargando contra la gente y en ciudades como Ankara, sin apenas imágenes ofrecidas en los medios internacionales, había una carnicería.

¿Qué pasará a partir de ahora? La verdad, empieza a ser un poco preocupante porque nadie cede. Durante meses los universitarios se han ido manifestando en Ankara contra el gobierno pero la policía cerraba las salidas de los campus y gaseaba a cualquiera que intentase salir (yo mismo he tragado ese gas). Estas protestas eran controlables: los jóvenes encerrados en los campus, se hablaba mal de ellos en los medios y la sociedad los veía como un problema sin llegar a entender o a enterarse incluso de qué protestaban. Pero Taksim no ha sido así ya que los medios internacionales han captado esas imágenes y muchos turistas pudieron ver con sus propios ojos la brutalidad con la que la policía desalojaba a unas pocas personas. Luego se encendió la mecha.

El gobierno, de momento, tiene el control. De hecho Turquía se ha convertido en un estado policial desde hace ya unos años. Los aires democráticos del AKP, que ilusionaron en su primer mandato (2002-2007) a mucha gente que pensó que por fin Turquía podía dejar en el pasado el intransigente kemalismo y olvidarse de los golpes de estado, han pasado ya a la historia. El poder corrompe, será eso. Aquí no hay un problema de islamismo o de conflicto de creencias, sino que hay un problema de autoritarismo. Cuando observo cómo habla Erdoğan, gran orador y estratega, veo reflejado más bien a una versión musulmana de Putin, de Berlusconi o de, incluso, nuestro querido Aznar. La diferencia es que tiene un poder absoluto. Y un gran equipo que le respalda. Muestra de ello son las declaraciones de varios diputados y miembros del AKP estos últimos días por un medio que el Primer Ministro calificó ayer de plaga: el twitter. Por ejemplo, Mahmut Macit dijo que los ateos debían ser exterminados y colgados y Şamil Tayyar dijo que están protestando todos borrachos. El alcalde de Ankara, Melih Gökçek, descalificó con burla a los protestantes. La provocación, entonces, no es solo de los manifestantes. Erdoğan se reafirmó diciendo: “si vosotros juntáis a 100000 yo, así, sin más, junto a 1 millón, en eso no tengo ningún problema”.


Yo deseo que esto no se convierta en una lucha entre laicos y religiosos como desea el gobierno ya que no se trata en absoluto de eso. También deseo que no se venza la imagen de cuatro radicales-provocadores de izquierda que se intenta transmitir en los medios. El Primer Ministro ha eludido hablar de los verdaderos problemas, ha atacado a la oposición y en ningún momento ha mandado a la policía que baje los brazos. Parece que las protestas tienen que ser exterminadas por la fuerza hasta que los manifestantes se cansen (o se mueran). También desearía que no se comparara Taksim con Tahrir. Turquía es un estado democrático que está olvidándose de su democracia. Se ha iniciado, podríamos decir que de nuevo si miramos al pasado, un camino autoritario y Erdoğan se está convirtiendo en un déspota. Pero la mitad de la población electora lo votó en 2011. Entonces esto tendría que ser un aviso al Primer Ministro para que se conciencie de que gobierna sobre toda la población y que no puede hacer lo que le apetezca sin escuchar lo que la gente pide. En definitiva, que no es el dueño de Turquía pues me temo que es lo que él piensa tal como da a entender continuamente en sus comentarios en primera persona.


3 de junio, Ankara