El valor que el gobierno da a los manifestantes ha quedado
una vez más demostrado este fin de semana. El viernes por la tarde cuatro
personas aparecieron con palos y cuchillos (para cortar ‘kebabs’) y empezaron a
agredir a los manifestantes provocando heridos. Las imágenes hablan por sí
solas y no cuadran con la imagen que ninguno de nosotros tenemos sobre Turquía. La policía podríamos decir que
prácticamente contempló la escena. Al final fueron detenidos y puestos en
libertad tras unas horas desatando la indignación en las redes sociales e
incluso en el parlamento turco donde hubo una pelea entre diputados del AKP y
del CHP.
Un policía enseña un cartucho de gas e insulta a los manifestantes |